La empinada ladera, salpicada por un Vía Crucis, conduce a un manantial de agua que se dice proporciona curaciones milagrosas a quienes visitan el Santuario Mariano Nacional de Subukia, en la diócesis católica de Nakuru, Kenia.
Lydia Auma está al final de una fila de cientos de peregrinos que suben la colina rezando, jadeando. Se unió a otros peregrinos de la parroquia de San Austin, en la arquidiócesis de Nairobi, para viajar al santuario mariano, conocido como la Villa de María Madre de Dios, para agradecer a la Santísima Virgen por reunir a su familia después de 25 años de separación de su marido. Ella cree que retomar la relación con su marido es una respuesta a las oraciones que hizo en el santuario mariano, situado a unos 40 kilómetros de la ciudad de Nakuru. "Dejé a mi marido hace 25 años. La separación fue muy dolorosa. Seguí orando, pidiéndole a Dios que me permitiera volver a estar con él. Este era la principal intención de mi oración cada vez que venía aquí", explica Lydia a ACI África durante la peregrinación del 23 de septiembre.
"El mes pasado me volví a reunir con mi esposo y mis hijos, y estoy aquí para agradecer a Dios y a la Virgen María por ello. Ahora tengo un hogar. Mi corazón está lleno", dice. “Subukia está muy cerca de mi corazón”, dice y añade que nunca pierde la oportunidad de visitar el santuario.
Lydia estaba en compañía de unos 760 miembros de la parroquia de San Austin, que peregrinaron al santuario el sábado 23 de septiembre. Los presentes compartieron testimonios de sanación, perdón y reconciliación en sus familias después de visitar el santuario, hacer una buena confesión y pedir por sus intenciones en la Gruta de María.
Agnes Aineah, Nakuru, 25 de septiembre de 2023.