¿Qué es la consagración al Corazón inmaculado de María?

Alemania fue consagrada a María, en Fulda, en el año mariano de 1950, por el cardenal Frings.

“Consagrar” significa dedicar a algo o a alguien a un propósito sagrado. El término aparece con mucha frecuencia en el vocabulario de la Iglesia Católica, ya sea para lugares (iglesias), personas (religiosos o laicos consagrados) y objetos litúrgicos, o incluso, en el seno de la fe cristiana, para la consagración eucarística.

Por devoción, uno también puede consagrarse personalmente (hablamos de consagración votiva) a Cristo, a través de María. Este enfoque personal se ha extendido desde la Edad Media a las ciudades. Posteriormente, Luis XIII consagró Francia a María en 1638, un enfoque imitado desde entonces por obispos o papas para países y lugares específicos, incluso para el mundo entero.

El Inmaculado Corazón de María es una devoción católica específica a un aspecto de la santidad de la Madre de Dios, en este caso, su pureza total, confirmada por el reciente dogma de la Inmaculada Concepción en 1854. Esta devoción es reciente, aunque fue construida a posteriori, en el siglo XIX, basada en los principios mariológicos de teólogos medievales como san Anselmo de Canterbury y san Bernardo de Claraval. Conoció un importante crecimiento en Francia, a partir de 1830, con la aparición en la calle del Bac, en París, durante la cual se reveló a santa Catalina Labouré la naturaleza inmaculada del alma de la Virgen.

Pero es especialmente con las apariciones marianas de Fátima (Portugal) de 1917 que la devoción al Inmaculado Corazón de María adquiere una dimensión importante. Durante una aparición, la Virgen declaró que, para salvar a los hombres del infierno, Dios quería “establecer en el mundo la devoción a [su] Inmaculado Corazón”.

Adaptado de: https://www.cath.ch

Y también: <link le-coeur-immacule-de-marie>www.mariedenazareth.com/le-coeur-immacule-de-marie/