Hace dos meses caí en depresión y estaba padeciendo crisis de ansiedad. Era muy difícil. Yo ya había hecho en el pasado una novena a María Desatanudos y ella me había escuchado; pero estaba tan confundida que no se me ocurrió volver a hacerla. Fue mi hermana quien me trajo una vela para novenas y el librito de oraciones.
Inmediatamente hice la novena con confianza y cada día me sentía mejor. Aún no he recuperado por completo mi salud, todavía estoy tomando medicamentos, pero he recuperado la confianza y sé que las cosas mejorarán.
También me di cuenta de que tenía que cambiar ciertos comportamientos en mi vida, incluido saber decir no a veces. Y sigo rezando a María Desatanudos porque la oración me sostiene.
Gracias a nuestra Madre Celestial. Mi mamá falleció hace un año y medio, y su pérdida aún es muy dura para mí, pero sé que ahora tengo en el cielo dos mamás que me cuidan.
Testimonio enviado por M. F. a la Asociación María Desatanudos