El 1 de septiembre de 2018, la Virgen María se dirigió a Edsol (1): “Hijos míos, les traigo a todos un mensaje en el nombre de mi divino Hijo. Dios esperó y advirtió, generación tras generación, a ver si sus hijos cambiaban después de mis apariciones en La Salette, en Francia, y en Fátima. Pero, desafortunadamente, los llamados del Cielo a la conversión y al arrepentimiento no han sido escuchados”.
30 de diciembre de 2018: “Oren, hijos míos, oren con todo su corazón, porque muchas cosas cambiarán en la Tierra muy pronto. Tsunamis, terremotos, maremotos azotarán la Tierra. Habrá una erupción volcánica que dejará a la gente sin hogar. Hijos míos, oren con su corazón porque la advertencia pronto caerá sobre todos ustedes. Abran los ojos y manténganse alerta”.
“Vayan a confesarse, vayan a Misa todos los días, reciban a Jesús en la Sagrada Comunión, recen el Santo Rosario y el Rosario de la Divina Misericordia con todo su corazón. Estas dos oraciones son muy importantes en estos tiempos”.
“Soy su Madre que los ama a todos. Miren mi imagen, les traerá consuelo. Enviaré muchos ángeles para protegerlos a todos del poder del maligno. Hijos míos, están ocurriendo grandes cambios en el mundo. Si no están todos protegidos por los ángeles seráficos, el maligno puede tocarlos a todos. Oren a los ángeles seráficos porque tienen un gran poder sobre los hombres”.
Extractos tomados de: Ding Cervantes, periódico Sunstar, 2 de septiembre de 2021. Ding Cervantes es también autor de numerosas publicaciones católicas.
(1) Ver Un minuto con María del 16 de noviembre 2021