El Papa encomendó su peregrinación de tres días a Irak a la Virgen María, yendo el jueves 4 de marzo de 2021, víspera de su partida a Bagdad, a la Basílica de Santa María la Mayor en Roma. Rezó ante el icono de la Virgen Salus Populi Romani. Este fue el acto de confianza con el que el Papa entregó a la Madre celestial su 33º viaje apostólico, del 5 al 8 de marzo. Es un encuentro tradicional y consuetudinario al que el Papa no renuncia nunca, ni antes ni después de sus viajes al extranjero.
Antes de rezar en el interior de la capilla paulina donde está colocado el icono mariano, el Papa colocó un ramo de flores en el altar, frente a la imagen sagrada de la “Salus Populi Romani”, es decir, “Salvación del pueblo romano”.
El viaje a esta "tierra, antigua y extraordinaria, cuna de la civilización" fue para Francisco una peregrinación hecha con espíritu de penitencia para "implorar al Señor el perdón y la reconciliación después de años de guerra y terrorismo; para pedirle a Dios consuelo para los corazones y curación de las heridas”.
Adaptado de: Vatican News