7 enero – Francia, Rumilly: Nuestra Señora de la Caridad – Para los ritos maronita y bizantino: Festividad de san Juan Bautista

¡Con la ayuda de la Virgen María, perdonar es posible!

Mi nombre es Olga. Vivo al este de Francia y tengo muchos iconos en casa. Hace seis años, en 2012, guardé en un armario mi icono favorito y el más bonito. Me lo regaló una religiosa para mi confirmación. Soy muy amiga de esta religiosa desde hace mucho tiempo. Pero, en unos problemas que tuve con el coro de la parroquia, ella no me defendió de los falsos testimonios que levantaron contra mí los celos. Estaba muy enojada con ella.

Ya no soportaba más ver ese ícono y, a pesar de muchas confesiones, nunca logré perdonar. Imposible. Incluso, un mes después de saludarla, todavía sentía mucho rencor. En los últimos días, había decidido tirar el icono. Al regresar de Medjugorje, el santuario mariano de Bosnia y Herzegovina, hace un mes, tuve otra idea: regalárselo a un amigo que se había hecho monje, que conocía mi historia y pedirle que rezara por mí para sanar mi corazón.

Entonces saqué el ícono. Y en ese momento no hubo más odio. Sentí paz y perdón por el pasado. Fue la conversión de mi corazón. El mismo sentimiento de paz que había sentido en Medjugorje. ¡Gracias, María! ¡Así fue como encontré un lugar para el icono en casa y ya no lo voy a tirar!

Unos días después, fui a Lourdes para mi cumpleaños. Llegué para asistir a la Misa. De pronto, me soy la vuelta y me encuentro cara a cara con la religiosa que me había regalado el icono. Nos saludamos, de forma simple, pero sincera. ¡El perdón llegó finalmente después de seis años!

Creo profundamente que ha sido una gracia de la Santísima Virgen María en Medjugorje.

Olga Club Medj

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