El lunes 31 de mayo de 2021, en los Jardines Vaticanos, frente a la imagen de la Virgen que Desata los Nudos, el papa Francisco elevó su oración rezando el Rosario (el Papa se siente muy unido a esta advocación). Así terminó el mes de María y el maratón de oración que comenzó el 1 de mayo de 2021 en la Basílica de San Pedro en Roma y que unió al mundo a través del Rosario rezado todos los días con una intención específica en 30 santuarios, en los cinco continentes. Esta oración global pretendía sobre todo pedir por el fin de la pandemia y la vuelta a la normalidad.
El rezo del Rosario comenzó en Augsburgo, ciudad alemana donde el papa Francisco descubrió la imagen de María que Desata los Nudos, mientras trabajaba en su tesis sobre al teólogo Romano Guardini, en la década de 1980. El icono representa a la Virgen que intenta desatar los nudos de una cinta blanca sostenida por dos ángeles. (…)
Estos son los nudos que este maratón mariano ha llamado a desatar. El primer nudo fue el de “la relación herida, de soledad e indiferencia, que se ha hecho más grande en estos tiempos”. El segundo nudo fue el desempleo, "con especial atención al desempleo de los jóvenes, mujeres, padres de familia". El tercero se refería al “drama de la violencia, en particular la que estalla en la familia, en el hogar, contra la mujer o que estalla por las tensiones sociales generadas con la incertidumbre de la crisis”. El cuarto nudo fue el del “progreso humano” y el quinto y último, el de la pastoral, para que “las Iglesias locales —parroquias, oratorios, centros de pastoral y evangelización— encuentren entusiasmo y un nuevo impulso en toda la vida pastoral” y para que “los jóvenes puedan casarse y construir una familia y un futuro”.