20 septiembre – San Andrés Kim Tae-gon, San Pablo Chong Ha-sang, y sus compañeros, mártires de Corea – Argentina: Nuestra Señora de Itatí.

La mirada benevolente de María sobre los niños de Corea

“Desde hace 23 años, la Iglesia en Corea se ha estado reuniendo todos los martes en la Catedral de Seúl para rezar a la Virgen María, pidiéndole que actúe en favor de la reunificación —subraya el obispo Alfred Xuereb, nuevo nuncio en Corea del Sur y Mongolia— y estoy seguro de que María observa desde el cielo con una mirada benevolente a sus hijos de Corea”.

Los primeros misioneros llegaron en 1592 o 1593. La Iglesia fue perseguida en tres ocasiones: de 1801 a 1831, la Iglesia de Corea, con 10,000 católicos, se quedó sin sacerdotes y mantuvo la fe gracias a la devoción a María; de 1839 a 1846, seis mil católicos murieron como mártires, entre ellos el primer sacerdote nativo; en 1866, dos obispos, 7 misioneros y 10,000 cristianos fueron asesinados.

Estas persecuciones hicieron que el culto a María se volviera más constante e íntimo. El rosario, el escapulario y las medallas son ampliamente utilizados.

En Corea del Norte, la lucha de los ateos contra los santuarios marianos sigue siendo muy dura. Pero la fe en Dios permanece viva y es heroica. En plena dictadura comunista, los católicos construyeron la nueva catedral en Pyongyang en 1988, dedicada a Nuestra Señora del Perpetuo Socorro.

En Corea del Sur, los combates de la Segunda Guerra Mundial terminaron el 15 de agosto de 1945, festividad de la Asunción de María, y con ellos la dominación japonesa que duró 35 años. El 8 de diciembre de 1948, festividad de la Inmaculada Concepción de María, Corea fue admitida en las Naciones Unidas. En estas coincidencias de fechas, que pueden ser fortuitas, los coreanos vieron la protección especial de María.

Hay en el país 200 iglesias consagradas a María y la Catedral de Seúl está dedicada a la Inmaculada Concepción.

Attilio GALLI, Madre della Chiesa dei Cinque continenti (Madre de la Iglesia de los cinco continentes), Ed. Segno, Udine, 1997

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