La Basílica de Nuestra Señora de Guadalupe, "Patrona celestial de toda América Latina y las Islas Filipinas", en México, es el santuario mariano más visitado del mundo (15 millones de peregrinos al año).
La piedad del pueblo mexicano hacia la Virgen María data de los inicios de la conquista española. Fueron los misioneros franciscanos los primeros en evangelizar esta parte del continente americano; luego vinieron los dominicos, los agustinos, los jesuitas, los carmelitas, los mercedarios, y muchas congregaciones marianas más recientes, como la Congregación de la Misión, que introdujo la devoción a la Medalla Milagrosa.
Actualmente, la devoción a María es tan fuerte en México, que no hay diócesis o ciudad importante que no tenga al menos un santuario dedicado a la Madre de Dios. La Virgen es venerada allí al menos bajo 200 advocaciones diferentes, algunas de renombre universal. Pero la devoción más extendida y el santuario más importante, con mucho, sigue siendo el de Nuestra Señora de Guadalupe, en las alturas de Ciudad de México, capital del país. Hay, sin embargo, en el resto de México, muchos otros santuarios dedicados a la Virgen María y que son importantes lugares de peregrinación para el país.
Fue la influencia de la devoción a la Virgen María la que hizo posible la evangelización de México.
El equipo de Marie de Nazareth