¿Cómo se convirtió Dios en hombre? Al darse totalmente a una mujer, al tomar carne de la carne de la Virgen María, Dios se entregó totalmente a Ella. Y María se ofreció por completo a la voluntad del Padre.
Si nosotros también queremos entrar en este misterio de alianza, de transformación de todo nuestro ser en Dios, que es nuestra vocación como cristianos, debemos hacer lo mismo. Es dándonos totalmente a nosotros mismos, que Dios puede tomar posesión de todo nuestro ser y que podemos participar de la naturaleza divina.
Este regalo total que Jesucristo hizo el día de su encarnación es el "todo tuyo", el "totus tuus" de Juan Pablo II y del padre de Montfort antes que él. Jesús, Palabra de Dios, se entregó por completo a la Virgen María: Totus tuus. Así es como se convirtió en hombre. San Luis María Grignon de Montfort, que ve las cosas de una manera simple, en la simplicidad de Dios, dice que debemos hacer lo mismo. Para ir a Dios, tenemos que tomar el camino que él tomó para alcanzarnos. Es la forma más fácil y también la más segura. Es entregándonos totalmente a María, totus tuus, que acogemos el misterio de la encarnación en nosotros.
El misterio de la consagración a Jesús por María, que hacemos más sencillo al consagrarnos a María, es ese don total de nosotros mismos a la imagen del don total que el Verbo de Dios hizo a la Virgen María al encarnarse. Dios se hizo hombre para que el hombre pudiera convertirse en Dios. Desde que Dios se hizo hombre en María, también es en María donde el hombre puede convertirse en Dios, al permitir ser conducido por la acción del Espíritu Santo.
Padre Maire, homilía sobre la Anunciación y la consagración a Jesús, 23 de marzo de 2015.