27 abril – España: Nuestra Señora de Montserrat - Lituania: Nuestra Señora de Vilna

En estos tiempos difíciles, ¡recordemos la promesa de Dios en la Anunciación!

A finales de marzo, el obispo de Balanga Mons. Ruperto C. Santos recordó a los fieles que la fiesta de la Anunciación es una manifestación de que Dios salvará a la humanidad caída tal como lo prometió. "La Santísima Virgen María recibió la buena nueva. María encontró el favor de Dios. Será la madre del Salvador. La salvación ha llegado. Dios es fiel a su promesa de salvar a la humanidad caída", dijo. "En estos tiempos difíciles y llenos de peligros, confíen en que están por llegar buenas nuevas, nuestras propias anunciaciones. La salud llegará. Se encontrará una cura y un remedio. Esta pandemia será erradicada. Se restablecerá una salud robusta en todos. Nos vamos a sentir seguros nuevamente. El mundo será curado", dijo Santos.

El obispo animó a los católicos a ser fuertes y firmes en su fe, y a seguir haciendo el bien en medio de la propagación de la enfermedad del coronavirus, la COVID-19.

"A pesar de los sufrimientos y sacrificios, no se aprovechen de la situación para obtener ventajas o ganancias personales. Hagan todo de cara a Dios y buscando el bien común. Dios es fiel a su palabra. Él nos va a salvar. Dios va a manifestar su poder y su gloria. Dios no nos está castigando ni está enojado con nosotros. Él nos va a rescatar, a consolar y nos va a conceder su cura".

"Tengan fe en Dios. No pierdan la esperanza, no se desanimen. No se rindan. Levanten la mirada a Dios y esperen en su palabra. Todo pasará. Dios triunfará. Dios nos va a ayudar a derrotar este virus. Y esa es nuestra anunciación".

Adaptado de MB

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