El 18 de marzo de 2020, cuando la Organización Mundial de la Salud declaró al brote de coronavirus una "pandemia global" e Italia se estaba preparando para un aislamiento total, el papa Francisco ofreció una oración a la Virgen María confiando el mundo entero a la protección de María. Recuerdo haber pensado, "eso suena muy católico", antes de seguir leyendo hacia abajo más títulos de artículos que inducían a la angustia sobre la pandemia. Sin embargo, cuando volví hoy a esa oración, la encontré inmensamente consoladora. No era solo el Papa pidiéndole a María que intercediera por el mundo, sino que estaba invitando al mundo a mirar a María como él y la gente de Roma lo hace.
El papa Francisco hace dos referencias a la relación especial de Roma con la Virgen María que pueden pasar desapercibidas. En la traducción al inglés, se refiere a María con los títulos de "Salvación del pueblo romano" y "Madre del divino amor". El primer título es una referencia al icono de María con el niño llamado Salus populi romani. Algunas tradiciones piadosas sostienen que este icono de 91 centímetros de ancho por metro y medio de alto es más antiguo que los mismos Evangelios. Supuestamente fue pintado por Lucas el evangelista —sobre la madera de una mesa que construyó el mismo Jesús— mientras escuchaba a María narrar todos los detalles de su vida. Si bien los historiadores ya no creen que el icono sea del siglo I, este no ha perdido su relación con los tiempos bíblicos. Se encuentra expuesto en la Capilla Paulina de la Basílica de Santa María la Mayor, cerca de la cripta en la que —se dice—, se encuentran algunos maderos del pesebre de Cristo en Belén.
El icono se ganó el título de salus —salvación, salud o bienestar— gracias a su anterior relación con la ciudad. Los historiadores dicen que en el año 590, cuando la plaga comenzaba a diezmar la ciudad de Roma, el papa Gregorio Magno ordenó que se llevara la imagen en procesión por toda la ciudad para detener la plaga. Las oraciones fueron escuchadas y la plaga cesó. Desde entonces, otros papas han llevado esta imagen en procesión contra otras epidemias, como el cólera.
Hoy, el papa Francisco ha renovado la popularidad del icono. Justo después de haber sido elegido papa, Francisco hizo una visita especial a la basílica para confiar su papado a María. Peregrinos y visitantes también pueden dar testimonio de haber visto al Papa lejos de las multitudes de la Plaza San Pedro mientras visita el icono Salus populi romani antes y después de sus viajes al exterior. Recientemente hizo otra visita al icono para rezar otra vez por el final de la pandemia.