Itatí es una ciudad en la provincia de Corrientes, en el río Paraná (Argentina). En este pequeño pueblo se construyó, a partir de 1938, la Basílica de Nuestra Señora de Itatí para rendir homenaje a la Virgen de Itatí.
En la cúpula de la basílica sobresale una estatua de la Virgen hecha de cobre que domina la ciudad ¡desde una altura de 88 metros! La basílica actual tiene capacidad para 9.000 fieles.
Detrás del gran altar de esta basílica podemos descubrir a Nuestra Señora de Itatí, ubicada en un pequeño oratorio decorado con un fresco que representa a los nativos que veneran a la Virgen a orillas del río Paraná.
El culto a la Virgen de Itatí se remonta a la época de los jesuitas, cuando según la tradición el misionero jesuita Luis de Bolaños y los nativos que él había convertido se salvaron de un ataque gracias a la intervención de la Virgen. Después de su paso, se formó una brecha en el río Yaguarí, manteniendo la Misión de Itatí a salvo de los atacantes que decidieron retirarse.
La Virgen de Itatí es conocida por sus transfiguraciones, la primera de las cuales tuvo lugar durante la Semana Santa en 1624 y habría durado varios días. Según fray Luis de Gamarra, “se dio un cambio extraordinario en su rostro, lo tenía más hermoso que nunca”.
La imagen de la Virgen de Itatí fue coronada el 16 de julio de 1900 por voluntad del papa León XIII. Recibió el título de Reina de Paraná y Reina del Amor.