La festividad del Santo Nombre de María ha sido inscrita en la octava de la Natividad de la Virgen, para recordar a los cristianos que pueden recurrir a la intercesión de la Virgen María en las pruebas grandes o pequeñas, como lo muestra el pasaje del Evangelio en las Bodas de Caná o las palabras de Cristo en la cruz: “He ahí a tu madre”.
Esta festividad había desaparecido del calendario en 1970, después del duro trabajo de rigor histórico que siguió al Concilio Vaticano II. Pero como era el recuerdo de los ataques del 11 de septiembre de 2001 fue restablecida por el santo papa Juan Pablo II, después de la oración de las religiones por la paz en Asís, en enero de 2002.
El día después de los atentados, el miércoles 12 de septiembre de 2001, el papa Juan Pablo II presidió durante la Audiencia General una oración por la paz, después de confiar el mundo a la Virgen María: “Roguemos al Señor para que no prevalezca la espiral de odio y violencia. Que la Santísima Virgen, Madre de misericordia, despierte en el corazón de todos pensamientos de sabiduría e intenciones de paz”.
Anita Bourdin; 11 de septiembre de 2014 (Zenit.org)