“… es hermoso rezarle juntos a Nuestra Señora”

El 29 de julio de 2019, el profesor estadounidense Robert Moynihan entrevistó a Mons. Vigano(1). Les ofrecemos un extracto de la conversación:

¿Cuál es su oración más profunda?

R: Mi oración más profunda es "¡Ven, Señor Jesús!"

Permanece un momento en silencio, preso de una repentina emoción. Su expresión cambia, sus ojos brillan tratando de retener las lágrimas. Respira profundamente y luego continúa:

R: La memoria es verdaderamente uno de los mejores regalos que hemos recibido del Señor. Ella nos permite imprimir en nuestra mente las experiencias más hermosas que hemos tenido. Personalmente, mi memoria me ayuda, en el sentido de que uno de mis primeros recuerdos es el de haber sido llevado en brazos de mi madre, cuando tenía unos dos años, a un refugio antiaéreo durante el bombardeo de Milán en Italia durante la Segunda Guerra Mundial. Ahí había una pequeña imagen de la Virgen María con una luz y comenzamos a rezar el Rosario con todos mis hermanos.

Este recuerdo profundo y conmovedor de María ha marcado toda mi vida. Recuerdo que, durante esos años, rezábamos el Rosario todas las noches después de la cena, todos juntos, en cuanto mi padre regresaba del trabajo. Podía rezar con nosotros y apoyar a aquellos de nosotros que nos quedábamos dormidos. Recuerdo lo hermoso que era rezar juntos a Nuestra Señora, nuestra madre. Estar en los brazos de mi madre y rezar protegidos. Para mí, la devoción a Nuestra Señora siempre me ha tranquilizado, de manera constante, desde el principio.

(1) Antiguo nuncio en Estados Unidos, Mons. Carlo Maria Vigano ha trabajado durante más de cuarenta años en la diplomacia vaticana. Un minuto con María comparte con gusto este testimonio sin tomar partido en las recientes polémicas.

Carta núm. 43, 2019: Une rencontre surprise (Un encuentro sorpresa).