Fundadora de la Congregación de las Hermanas Misioneras de María Inmaculada y de Santa Catalina de Siena, santa María de Jesús Montoya Upegui (18741949) es originaria de Colombia.
Laura Montoya Upegui nació en Jericó, Antioquia (Colombia), el 26 de mayo de 1874. Después de la muerte de su padre durante una guerra civil, su madre crio a sus tres hijos en extrema pobreza. Se había convertido en maestra de escuela a la edad de 16 años, de manera totalmente autodidacta.
En 1914, con el apoyo del obispo local, fundó una familia religiosa: las "Misioneras de María Inmaculada y Santa Catalina de Siena". Su profesión de maestra de escuela la llevó a entrar en contacto con muchos pueblos y luego al Colegio de la Inmaculada en Medellín (Colombia), hasta que se sintió llamada a realizar "la obra de los indios", un trabajo heroico, al servicio de los nativos de las selvas de América.
Con cinco de sus discípulas y su madre Doloritas Upegui, formó el grupo de "Catequistas Misioneras de los Indios" que, el 5 de mayo salió de Medellín hacia Dabeiba, abriéndose camino por la selva. A pesar de la incomprensión y el desprecio de algunos líderes civiles y religiosos de la época, hizo su trabajo de evangelización en medio de la pobreza y en contacto con la cultura indígena.
A su muerte, su congregación contaba con 90 casas en tres países y 467 religiosas. Ahora trabaja en 19 países de América, África y Europa.
La Misa de su canonización tuvo lugar el domingo 12 de mayo de 2013, celebrada por el papa Francisco. El pontífice elogió la obra evangelizadora de aquella a la que todos llaman en Colombia “Madre Laura”. Realizó una labor educativa efectiva que respetó la cultura de los pueblos indígenas.