San Luis María Grignion de Montfort1 nos explica que hay muchas maneras de hacer fructificar en santidad la gracia que Dios nos da para cada día. Y cita los medios que son absolutamente necesarios para toda persona que quiera ser santa, los medios que se encuentran en el Evangelio y en la vida de todos los santos:
“La humildad de corazón, la oración continua, la mortificación en todo, el abandono a la Divina Providencia y la conformidad de nuestra voluntad con Dios". Pero, aunque estamos de acuerdo en que así es como nos convertimos en santos, nos preocupa una cosa: “¿Cómo voy a lograrlo?”.
Ciertamente, todo esto proviene de la gracia de Dios, una gracia que debo pedirle para mostrarle mi buena disposición, la de querer lo que Él quiera para mí. Pero me siento tan pequeño frente a la grandeza de todas estas gracias a pedir, que temo nunca conseguirlo.
Fue entonces cuando san Luis María, como si hubiera escuchado mis temores, me dijo: “Se trata de encontrar una manera fácil de obtener de Dios la gracia necesaria para convertirse en un santo”. Sí, eso es lo que debo encontrar lo antes posible, una manera fácil de llevarme a lo más grande que hay, la santidad, sin empequeñecerla.
San Luis María me da la respuesta: “Pero yo digo que para encontrar esta gracia de Dios, primero debes encontrar a María".
1 Luis-María Grignion de Montfort es un sacerdote católico francés (1673-1716), autor, además de otros libros, del conocido “Tratado de la verdadera devoción a la Santísima Virgen”.
Padre Philippe Marie Mossu, Comunidad de San Juan