El papa Pío XII (elegido en 1939, muerto en 1958), quien siguió de cerca el tema de las apariciones de Fátima, afirmó haber presenciado en tres ocasiones en Roma, el 30 y 31 de octubre y el 1 de noviembre de 1950, día de la proclamación del dogma de la Asunción de la Virgen María, el mismo fenómeno solar que en Fátima.
El relato fue dado a conocer tras una confidencia del Papa al cardenal Federico Tedeschini; pero, en una nota manuscrita de Pío XII encontrada recientemente en los archivos de la familia Pacelli (la familia de Pío XII), el propio Papa relata el fenómeno:
Fue el 30 de octubre de 1950 —escribe Pío XII en lápiz de grafito, a veces corregido, pero de manera muy legible, sin poner en duda la autenticidad del documento—, dos días antes del día de la solemne proclamación de la Asunción. Estaba haciendo mi paseo habitual por los jardines del Vaticano, leyendo y estudiando (...) Miré al cielo y me conmovió algo que nunca había visto. El sol, que todavía estaba bastante alto, parecía un globo opaco amarillento, rodeado por un círculo luminoso.
El Papa dijo que pudo ver, sin molestia, una nube muy ligera que se había formado frente a él. Y luego describe: “El globo opaco se movió ligeramente hacia afuera, girando o moviéndose de izquierda a derecha y viceversa. Pero dentro del globo, uno podía ver con gran claridad y sin interrupción movimientos muy fuertes”.
Pío XII, en la confidencia que hizo al cardenal Tedeschini, explicó que lo que había presenciado lo confirmó en su decisión de proclamar el dogma de la Asunción. Anteriormente lo había sometido a la votación de todos los obispos del mundo, de los cuales solo 6 de los 1181 expresaron reservas.