La Virgen María es la santa patrona de la Orden Hospitalaria fundada por el sacerdote portugués san Juan de Dios. El hermano Jesús Etayo es actualmente el Superior General. Así evoca él la protección constante de la Virgen sobre la Orden:
“De hecho, después de san Juan de Dios, nuestro fundador, la Orden ha recibido constantemente su presencia y protección. María siempre ha guiado y acompañado la vida y misión de los hermanos y colaboradores dondequiera que se encuentren en los cinco continentes (...). Ella aprendió de Cristo la misericordia y el consuelo de Dios y los hizo suyos. Madre de los creyentes, es particularmente misericordiosa con aquellos de sus hijos que más lo necesitan y por quienes ora e intercede ante Dios. Ella nos enseña a ser misericordiosos, ya que somos sus hijos. Ninguno de nosotros tiene derecho a negarse a mostrar misericordia ante uno de sus hermanos.
A los pies de la cruz, Ella aprendió a consolar a su Hijo en su agonía (ver Jn 19, 25). Ella sigue presente al pie de todas las cruces que sus hijos sufren: enfermos, pobres, abandonados. A todos les ofrece su presencia, su protección y su consuelo".