El papa Francisco visitó el santuario de Loreto (Italia) el 25 de marzo de 2019, un lunes por la mañana, en la festividad de la Anunciación. La "Santa Casa de Loreto" son las tres paredes construidas en Loreto gracias a las piedras traídas desde Nazaret por los cruzados en la noche del 9 al 10 de diciembre de 1294. La cuarta pared de la casa de la Virgen María en Nazaret la constituye el muro de la cueva hoy resguardado por la Basílica de la Anunciación. En el siglo XVI, las tres paredes estaban contenidas en una caja de mármol blanco.
La Santa Casa de Loreto "es la casa de los jóvenes" porque "María es modelo de toda vocación e inspiradora de toda vocación pastoral", dijo el papa Francisco. Por eso, considera él que Loreto es un "lugar privilegiado donde los jóvenes pueden venir a la escuela de María, en busca de su vocación". En María, los jóvenes pueden encontrar ayuda para "discernir sobre el plan de Dios para ellos" como también "la fuerza para aceptarlo".
Hay en María, subrayó el Papa, "un cuidado por cumplir con todos los aspectos del proyecto de Dios en su vida, para conocerlo en sus matices, para hacer su colaboración más responsable y completa". Finalmente, el Papa subrayó que Loreto también es el "hogar familiar" y el "santuario de las personas enfermas" que deben ser "acogidas en la familia".