La Iglesia beatificó, el 8 de diciembre de 2018, a 19 nuevos beatos, asesinados entre 1994 y 1996 en Argelia. En esa tierra de Argelia, estos 19 mártires anunciaron el amor incondicional del Señor por todos los hombres, dando testimonio de su pertenencia a Cristo y a la Iglesia hasta el martirio. Ofrecemos aquí un extracto de la homilía pronunciada por el cardenal Giovanni Angelo Becciù durante la Misa de beatificación celebrada en Orán el 8 de diciembre:
“El beato Pedro Claverie y sus 18 compañeros mártires llevan en ellos el sello salvífico de la Redención de Cristo. Al inscribir sus nombres en el libro de los salvados y benditos, la Iglesia quiso reconocer la ejemplaridad de su vida virtuosa, el heroísmo de la muerte de estos extraordinarios pacificadores. En Cristo, la Iglesia desea adorar al Dios vivo, ya que la gloria de Dios es el hombre que recibe de él la plenitud de la vida.
Esta plenitud de vida, la Virgen María la experimentó de una manera incomparable, cuando el arcángel Gabriel le anunció que había encontrado el favor de Dios y que, por la acción del Espíritu Santo, concebiría a Jesús, el Hijo del Altísimo. ‘Alégrate, llena de gracia: el Señor está contigo’ (Lc 1, 28).
Nosotros también hoy, contemplando a estos nuevos Bienaventurados, estamos invitados a superar toda mentalidad estrecha y a regocijarnos, porque en ellos vemos brillar el misterio de la santidad eterna de Dios”.