Después del Rosario por la vida que tuvo lugar el 3 de noviembre de 2018 en Estrasburgo (Francia), organizado por la asociación SOS Tout-petits (S.O.S. Pequeñitos) presentamos el siguiente testimonio:
“Durante el fin de semana, en la festividad de Todos los Santos, el 3 de noviembre pasado, solo estuvimos doce personas en el Rosario por la vida. Sin embargo, tuvimos la alegría de saber que otras ‘pequeñas luciérnagas’ alsacianas estaban en unión de oración con nosotros. Como nos dijo el Dr. Piloquet, presidente de SOS Tout-Petits, “nuestras oraciones deben inundar el Cielo, por todos aquellos que participan en la destrucción voluntaria de vidas inocentes”.
Algunos dudan de la pertinencia de rendir testimonio público sobre la importancia de la vida humana y nuestra fe. Un caso ha confirmado nuestra decisión: uno de nosotros le explicó a una docena de jóvenes que estábamos orando y les pedimos amablemente que apagaran las bocinas de música rap, lo que hicieron de inmediato, con respeto. Enseguida, como muchos otros transeúntes, observaron y escucharon nuestra oración y nuestras meditaciones.
En septiembre, una señora que pasaba por casualidad, incluso se unió a nuestro rosario. La oración es un acto natural porque todo hombre tiene una dimensión espiritual: por lo tanto, ¡no hay razón para encerrarse en las iglesias!
Es a través del nacimiento de su Hijo, el fruto del vientre de María, que Dios ofrece su salvación y redención a toda la humanidad. No tengamos miedo: ¡Él nos ayudará a renunciar a nosotros mismos y a volvernos más hacia Él! Mientras tanto, no se olvide de asociarse a la oración con nuestros pequeñitos, numerosos en el cielo y muy eficaces” (Dr. Piloquet).
El equipo de SOS Tout-Petits