El 31 de de mayo de 2019, la circulación en una de las principales arterias de la ciudad de Chicago (EE.UU.) fue suspendida durante hora y media para dar paso a una procesión de 3200 personas.
En esta procesión, no hubo consignas políticas, sino las velas, el rezo tranquilo del Rosario y el canto del Ave María. A la cabeza, la estatua de “Broken Mary”, una estatua de la Virgen recuperada de la basura, que conserva las huellas de su pasado: una gran grieta en el medio donde se rompió en dos, manos astilladas, pintura maltratada y superficie abollada.
La procesión, titulada “Hay esperanza para la gente herida”, fue organizada por la parroquia de San Juan Cantius en Chicago y por Kevin Matthews, quien encontró a María en un basurero en 2010. Fue él quien descubrió la estatua abandonada en un contenedor de basura, que ahora se llama “María Rota”.
Entristecido y conmovido, Matthews recogió la estatua de concreto pesado, la llevó a su casa y le hizo reparaciones; pero pidió que se la dejara tal cual, arañada y descascarada. “Ella estaba rota, como yo. Todos estamos heridos y todos necesitamos ser reparados. Ella representa a las personas heridas”, le dijo al técnico reparador.
Aunque era un católico que se había alejado de la fe durante muchos años y que nunca había aprendido a rezar el Rosario, después de encontrar la estatua de “María Rota”, reza el Rosario y anima a otros a hacerlo. Rezar el Rosario se convirtió en una prioridad para él.
Con el párroco de San Juan Cantius de Chicago, decidió organizar una procesión en Chicago con “María Rota”. Sin embargo, la planificación de una gran procesión por las calles de la ciudad no era una tarea fácil. “Sabíamos que solo iba a tener éxito si era el deseo de María... Nos pusimos en sus manos en cuanto a la hora, el lugar y el día”.
Pero cuando el empleado municipal vio el título del evento solicitado “Esperanza para las personas heridas”, exclamó, “¡Oh, padre, es lo que yo también espero que tengamos...! ¡Hace falta mucha esperanza en esta ciudad!”. Dos días más tarde, se le concedió el permiso.
El día del evento, más de 2000 personas, muchas de las cuales tuvieron que permanecer fuera, oyeron a Kevin Matthews hablar de la Virgen María y del Rosario en la iglesia de San Juan Cantius. Luego, alrededor de 3200 personas participaron en la procesión.
A lo largo de su ministerio, Matthews vio muchas personas volver a la fe gracias a “María Rota”: “Es solo una estatua de concreto, pero he visto a muchas personas llorando y desnudar sus vidas completamente ante María”.
Por Mary Farrow, junio de 2019 (CNA, Estados Unidos).