Muchos inmigrantes refugiados en Europa hacen la peregrinación a Lourdes (Francia). Los miembros de la Iglesia les rindieron homenaje con una misa.
Lourdes, la ciudad de los milagros reconocidos por la Iglesia Católica, siempre ha atraído a decenas de nacionalidades durante sus peregrinaciones anuales. Pero este año 2018, durante la gran procesión, una pancarta de los cristianos de Oriente formó parte del desfile. Muchos de ellos han huido de la guerra y las bombas para refugiarse en Europa, un lugar donde pueden vivir su fe libremente.
El martes 14 de agosto, el cuarto día de la peregrinación de la Asunción, se celebró en Lourdes una misa especialmente para estos refugiados del Medio Oriente, los cuales huyeron de su país dominado por los yihadistas para buscar asilo en Francia, los Países Bajos o España.
“Al salir de su país, perdieron todo: sus bienes, su trabajo, su tierra, su futuro”, dice el obispo Pascal Gollnisch, director de la organización católica Oeuvre d’Orient (de Francia). “Aquí ha tenido lugar una peregrinación, su fe se ha enriquecido”, agrega el prelado.
“Cuando estábamos en Irak, soñábamos con venir a Lourdes”, dice Hind, una de las peregrinas en el lugar. “Aquí hay un país de libertad”, agrega su esposo. “Queremos quedarnos aquí toda la vida. No quiero que mis hijos vean la guerra y todas las cosas que hemos visto allá”.