En el Siglo XI, un cierto Guerlen, conde de Corbeil (Región parisina, Francia) había intentado apropiarse bienes abaciales, cayó gravemente enfermo, tras su solicitud, fue curado milagrosamente; por lo que convertido ordenó al escultor Rumolde una estatua en madera de la Virgen María.
El 10 de julio de 1068, cuando estaba trabajando, el escultor fue llamado del exterior por su nombre, salió del taller pero no vio a nadie a pesar de haber buscado. Regresando a su taller, descubrió la estatua ¡milagrosamente terminada! Primero llamada la Virgen "akeiropoïete” (es decir “No hecha por manos de hombre”), la estatua fue finalmente llamada Nuestra Señora de los Milagros nombre que lleva en la actualidad, ya que obtiene numerosos milagros a los peregrinos que vienen a verla.
El peregrinaje a Nuestra Señora de los Milagros de Saint-Maur des Fossés (Val de Marne, Francia) se interrumpió solamente en 1968 pero se reanudó al alba del 3er milenio. Dicen que fue tan importante en su tiempo como lo es Lourdes en la actualidad. Se lleva a cabo todos los meses de diciembre, el sábado más próximo al 8 de diciembre, los peregrinos ya obtuvieron milagros en este principio del Siglo XXI.
Fuente: El folleto « Pèlerinage diocésain Notre Dame des Miracles »
Editado por Infocap: por el obispado de Créteil, Francia