Dentro de unos días empezará en Bahrein (una de las monarquías petroleras del Golfo Pérsico) la construcción de una gran catedral, capaz de acoger más de 2000 fieles, en un país que cuenta actualmente con 80 000 católicos. Según Monseñor Camillo Ballin, vicario apostólico de Arabia del Norte, las obras deberán durar cuatro años. Así, a partir de 2021, la catedral bajo la protección de Nuestra Señora de Arabia dará cuenta de la presencia cristiana en suelo musulmán de una de las monarquías petroleras más poderosas.
Si el Islam domina gran parte del paisaje político y religioso de Bahrein – es religión de Estado y la chaira islámica, la fuente de todo derecho – existe un poco más de 8% de cristianos en Bahrein, y esa cifra está en pleno crecimiento; en los países que cubre el vicariato apostólico (Qatar, Arabia-Saudita, Kuwait) las poblaciones cristianas representan millones, precisa Monseñor Ballin. La mayor parte de los cristianos provienen de la inmigración, filipinos sobretodo, pero también de la India. Es un aporte a la población surgida en la necesidad de una fuerte mano de obra para este país que construyó su riqueza sobre el petróleo.
Nuestra Señora de Arabia tiene también la ambición de convertirse en un polo de formación espiritual. Los sacerdotes podrán, por ejemplo, hacer retiros donde dar cursos de catecismo (…) la catedral responde a una verdadera necesidad espiritual.
Así podemos ver el signo de apertura del Reino de Bahrein al pluralismo religioso.
Fuente: Aleteia