Scott Anthony, director de un grupo parroquial de jóvenes en Pensilvania (Estados Unidos), recuerda el momento en que una de sus adolescentes tomó la mano de su padre para ayudarle a rezar el Rosario.
Esto se produjo durante una “velada padres y adolescentes” que Anthony organiza regularmente para los jóvenes y sus familias en la Parroquia San José de York, donde trabaja como director de programas de jóvenes y adultos jóvenes desde hace 23 años.
Las familias acababan de terminar un taller de confección de rosarios y comenzaban la oración común. El padre de la adolescente en cuestión se había ofrecido como voluntario para dirigir una decena del rosario, pero de repente empezó a titubear en las palabras del Ave María, cuenta Anthony.
Volví la mirada discretamente en su dirección y vi a su hija tomar la mano de su padre recordándole las palabras en voz baja, dice Anthony. Esa imagen quedó impresa en mi cabeza ya que era muy hermoso ver el amor de esta joven adolescente por su padre. Ella estaba orgullosa de él por haberse ofrecido a hacer rezar al grupo.
Esta no es la única vez en la que Anthony ha visto a adolescentes y a sus padres acercarse juntos a Dios.