Arriba de Niza, en los Alpes Marítimos (Francia) la encantadora aldea provenzal de Lucéram, debe su celebridad a los 450 belenes diseminados en todas las callecitas, desde hace 20 años, durante el Adviento y hasta la Epifanía. Este año los visitantes pudieron admirar estas representaciones de la Natividad entre el 2 de diciembre de 2017 y el 7 de enero de 2018.
Los belenes cambian de año en año y son cada vez más originales. Han sido colocados en los lugares más inesperados. Es imposible cansarse, cambian de lugar cada año y se renuevan de acuerdo a la imaginación de los habitantes.
“Recuperé una colección de ciento diez santones provenzales. Ellos representan la aldea en el siglo XIX”, explica una habitante jubilada. El panadero, las costureras y los pastores, muchas figuritas realizadas detalladamente por artesanos especializados. “Hay que tomarse el tiempo para admirar los detalles, es lo más interesante”, explica Désirée, mostrándolos.
Esta hermosa realización se debe a la gran implicación de los habitantes de Lucéram, así como a La Maison de pays, asociación que promueve el turismo y presta algunas piezas. También, el circuito de belenes de Lucéram atrae cada vez más de visitantes venidos a contemplar un cuadro hecho de belleza, ternura y alegría que corresponden al tiempo de la Natividad.
Fuente: Nice Matin