Más de un millón y medio de rosarios de madera de olivo se fabrican actualmente en Belén. ¿Su destino final? Panamá (Centroamérica), donde se distribuirán en los "packs de peregrinos" de los jóvenes participantes en la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ).
Este año, los jóvenes peregrinos de la JMJ recibirán en sus "packs de peregrinos" tres rosarios: uno para ellos, otro para regalarlo a alguien en Panamá y otro para llevar a su país de origen.
Este movimiento de oración por la paz, simbolizado por un rosario, está destinado a extenderse por todo el mundo a través de la JMJ. Fue iniciado por Cáritas Jerusalén y la Asociación San Juan-María Vianney (Lausana, Suiza).
El obispo Ulloa, arzobispo de Panamá, quien será el anfitrión de la Jornada Mundial de la Juventud el próximo mes de enero, considera "una gracia" descubrir este proyecto y trabajar juntos para difundir un movimiento por la paz. Al embarcarse en esta iniciativa, el Arzobispo quería responder al llamado urgente del Papa Francisco, quien regularmente alienta a las personas a orar por la paz.