El Santuario de Nuestra Señora de las Gracias de Lavasina se encuentra en un promontorio, no muy lejos de Bastia, en Córcega, (Francia). Es a este importante lugar espiritual al que a veces se ha llamado "la Lourdes de Córcega".
La historia comienza en el siglo XVI: una familia de marineros, los Danese, comerciaban vino entre Roma y Córcega. Un cliente de Roma, temporalmente insolvente, que le debía dinero a la familia Danese, ofreció cancelar su deuda enviando un cuadro de la Virgen María.
En el embalaje del cuadro, inexplicablemente, se encontró la suma exacta, en efectivo, de la deuda pendiente.
Los Danese decidieron utilizar esta suma milagrosa para construir una pequeña capilla dedicada a la Virgen, en la que se instaló el cuadro: en el primer plano aparece la Virgen arrodillada dando un beso al Niño y cubriéndolo con su velo; en el segundo vemos a Isabel, su prima, a Juan el Bautista niño y, en el fondo, a San José.
El primer milagro famoso de Nuestra Señora de Lavasina tuvo lugar en 1675, cuando una religiosa de Bonifacio, Sor María Inés, de 40 años de edad, paralítica de ambas piernas durante años, decidió ir en peregrinación a Nuestra Señora de las Gracias de Lavasina...
La hermana María Inés fue llevada allí; fue entonces cuando ocurrió el prodigio: la religiosa se levantó y comenzó a caminar, para gran sorpresa de todos. La festividad mariana que reúne a la mayor cantidad de personas en Lavasina es la del 8 de septiembre.
El equipo de Marie de Nazareth