Aunque la Virgen María había citado a los tres niños de Fátima (Portugal) en Cova de Iría, el 13 de agosto de 1917, ese mismo día en la mañana llegaron varios hombres a casa de los Marto (padres de los videntes) quienes forzaron a los niños a subir a su carreta, en dirección de la cabecera del cantón.
Una hora y media más tarde, los tres jóvenes videntes estaban encerrados en una habitación donde sufrieron interrogatorios incansables, y después los metieron en la prisión pública para obligarlos a decir públicamente que las apariciones eran solo mentiras. Pero frente al silencio de los niños y al inicio de la rebelión de la multitud que no comprendía por qué los pequeños videntes estaban en la cárcel, las autoridades, decidieron liberarlos el 15 de agosto.
Mientras tanto, Nuestra Señora había llegado el 13 de agosto a Cova de Iría. Había ahí 18,000 personas que escucharon un trueno y después el reflejo de una luz apareció, e inmediatamente la multitud vio una pequeña nube que se posó unos instantes sobre el roble antes de elevarse hacia el cielo y desaparecer. Entonces apareció en el cielo un arcoíris, a poca altura, cubriendo el entorno de bellos colores. Nuestra Señora, visiblemente, había llegado a la cita del 13 de agosto de 1917.
Equipo de Marie de Nazareth