«Una casa sin madre es, en cierto modo, una casa vacía. Por eso la festividad de la Madre de todos los hondureños es la ocasión en la que la Basílica dedicada a Ella se llena de miles de peregrinos, sabiendo que el corazón de todas las personas también se llena de esperanza.»
En estos términos el padre Juan Ángel López Padilla, portavoz de la Conferencia Episcopal de Honduras, explicó a la Agencia Fides la importancia de la fiesta de Nuestra Señora de Suyapa, patrona de la nación, representada por una estatua de hecha en cedro de poco más de 6 cm, venerada en la Basílica de Suyapa, Tegucigalpa, capital de Honduras.
El 3 de febrero de cada año, el pueblo hondureño se reúne para rendir homenaje a la "Morenita" como la llaman los fieles, sabiendo que este año marca el 271 aniversario de su descubrimiento. « Allí, declara el padre Juan Ángel López Padilla, encontramos la Honduras con la que soñamos: una tierra en la que todos seamos hermanos.» Según los responsables de la Basílica, más de 1,2 millones de peregrinos, movidos por el amor, la fe y la confianza en su intercesión, asistieron a la misa de conmemoración de Nuestra Señora de Suyapa.
Honduras tiene una población de más de 8,7 millones de habitantes, de los cuales más del 80% son católicos. También sabemos que Honduras atraviesa actualmente un período de grave crisis política y que se confía a la protección de la Santísima Virgen.