En su mensaje a los malteses, el 19 de junio de 2017, el Papa Francisco recomendaba la oración del Rosario en estos términos “Esta oración nos ayuda a contemplar todo lo que Dios, en su amor, ha hecho por nuestra Salvación, y nos hace comprender que nuestra vida está unida a la de Cristo. Rezando llevamos todo a Dios, las penas, las heridas, los miedos, pero también las alegrías, los dones, las personas amadas… todo a Dios”.
El Papa Francisco cuenta que él mismo rezaba “frecuentemente el Rosario delante de un mosaico, un mosaico pequeño con una imagen de la Virgen con el Niño, donde diríamos que María está en el centro, cuando en realidad ella, con sus manos, se convierte en una suerte de escalera para que Jesús descienda en medio de nosotros”.
Rezando el Rosario, explica el Papa “nos dirigimos a la Virgen María para que nos acerque lo más posible a su Hijo Jesús, para conocerlo y amarlo cada vez más. Mientras repetimos “Ave María”, meditamos los misterios, las etapas alegres, luminosas y gloriosas de la vida de Cristo, pero también de nuestra vida: ya que caminamos con el Señor”.
Mensaje del Papa Francisco en el Santuario Mariano de Ta’Pinu (Malta)
19 junio 2017