La interpretación del tercer secreto, dado por la Virgen María a los niños videntes de Fátima (Portugal), en 1917, fue hecha en el año 2000 por el cardenal Ratzinger, entonces Secretario de la Congregación por la Doctrina de la Fe. De la cual anotamos lo siguiente:
La finalidad de todas las apariciones es de acrecentar la fe, la esperanza y la caridad.
El futuro no está determinado de forma inalterable, y la imagen que los niños vieron no es de ninguna manera una película de anticipación del futuro, al que nada podríamos cambiar. Toda la visión se produce en realidad sólo para hacer aparecer la libertad y para orientarla hacia una dirección positiva.
La visión tiene un carácter simbólico. En ella podemos reconocer el siglo transcurrido como el de los mártires y de las persecuciones a la Iglesia.
En el viacrucis de este siglo la figura del Papa tiene un papel especial.
Así como del costado abierto de Cristo en la cruz, nació la Iglesia, así también la muerte de los testigos es fecunda para la vida futura de la Iglesia; su martirio se cumple en identificación con la pasión de Cristo, y se convierte en una sola unidad con ella.
Françoise Breynaert : Dans Fatima 1917-2017, La dévotion au cœur immaculé de Marie, de 1917 à la Venue glorieuse du Christ Editions Hovines, mars 2017, p 37-38 (Traducido del francés)