En Medjugorje viví una experiencia mayor con la Virgen María. Visité la iglesia por la tarde, el mismo día de mi llegada, y durante la celebración de la misa escuché claramente una voz que me decía: “Esta es tu Madre” y después: “¡Este es tu hijo!”
Desde ese día todas mis preguntas sobre el papel de María en la historia de la Salvación y de mi propia salvación, encontraron una respuesta gracias a su intervención.
Mi amor por María creció aún más cuando participé en una manifestación en Soure, Brasil, para defender los derechos de los niños por nacer. Hubo disturbios en la ciudad que hubieran podido desencadenar la violencia, incluso algo peor, pero Dios lo impidió y nos protegió a todos.
Había invocado el nombre de María con todas mis fuerzas.
Gracias a su intercesión, Dios disipó la amenaza de una respuesta policiaca y de una explosión de violencia y la paz social se mantuvo. Invoqué al Espíritu Santo a través de María y gracias a Ella, el peligro de un derramamiento de sangre fue evitado, ¡Para mayor gloria de Dios! ¡Viva la Madre de Dios que también es nuestra Madre!
Don José Luis Azcona,
Obispo emérito de Marajó – Pará, Brasil
Entrevista exclusiva para Un Minuto con María
Autor: Thácio Siqueira