En mi vida, siempre he llevado a María en mis pensamientos. Ella es para mí una madre, una compañera, una amiga, y yo permanezco atento a lo que ella desea. Un pequeño incidente me ocurrió en relación con ella.
En mi periodo de formación en el santuario diocesano de Nuestra Señora de Caravaggio en Farroupilha (Brasil), durante las labores de la tarde de un día caluroso, yo cortaba la madera con una sierra conectada con una extensión a una polea.
El calor del día había abierto una grieta de 15 centímetros en el cable, quedando así completamente expuesto y peligroso. Sin desconectar el enchufe, desenrollé el cable. Cuando terminé, me di cuenta hasta qué punto había sido imprudente al haber forzado el cable defectuoso fuera de la polea!
Nada grave ha sucedido, de inmediato pensé. ¡Nuestra Señora de Caravaggio me protegió! Desde entonces, cuando rezo el Rosario, siempre invoco a Nuestra Señora de Caravaggio. En la Diócesis de Juína, tenemos una pequeña gruta donde la gente puede venir y verter su corazón, llorar y agradecer a la Virgen.
Monseñor Neri José Tondello, Obispo de Juína – MT (Brasil)
Entrevista de Thácio Siqueira: exclusiva para Un Minuto con María