Une Minute avec Marie
Faire connaître et aimer Marie
A pocos pasos de Cabeço (de la colina) me reúno con mis amigos, en el lugar llamado Valinhos (Fátima, Portugal). Es un área circular, delimitada por un murito de piedra, rodeado de numerosos árboles, semejante a un jardín público. En el centro se encuentra una gran estatua de Nuestra Señora protegida por un domo de piedra.
Es aquí que la Santísima Virgen se apareció el domingo 19 de agosto de 1917 a los pastorcitos. La cita mensual se había retrasado pues los videntes habían sido secuestrados por la administración del Cantón, el trece de ese mes. Veíamos atentamente la estatua que es relativamente fiel a las descripciones dadas por los videntes. María está vestida sencillamente, no tiene corona en la cabeza. Lleva un gran vestido blanco sin cinturón, en parte oculto por el velo espeso que desciende hasta sus pies y en las manos un rosario.
En ese lugar, María al final de su visita, sintió una gran tristeza y declaró: “Oren, oren mucho y hagan sacrificios por los pecadores ya que muchas almas van al infierno porque nadie se sacrifica y ora por ellas.”