17 abril – Italia, Roma: Aparición de la Virgen en Tre Fontane en 1947 después de una aparicion en 1937 (culto autorizado)

La Santa Virgen y nuestra redención

“Cuando se acoge plenamente la verdad contenida en el Magisterio de la Iglesia católica, que reconoce el misterio de la encarnación de lo divino a través de lo humano, la Virgen se convierte en el camino necesario para la redención. [...]

La Virgen es el método con el que Dios se presenta ante nosotros y con el que nosotros podemos ir a Él. La Madre, de hecho, no sólo engendra al hijo de Dios, sino que lo acompaña en todo su camino. Y lo sigue haciendo hoy, como afirma la encíclica Redemptoris Mater de San Juan Pablo II. Por consiguiente, negar el peso enorme que la Virgen tiene en la redención (dicha encíclica la define como “Madre del Hijo consubstancial al Padre y compañera singularmente generosa en la obra de la redención”) es negar el peso de Cristo. En la redención ella es mediadora de los hombres ante el mediador Jesús y, además de ser la Madre de Cristo, que nos engendra continuamente, es madre de la Iglesia y de la humanidad, como afirmó el beato Pablo VI. 

Suscribirse es fácil (y también darse de baja).
No lo dudes: suscríbete hoy. ¡Es gratuito!