Del 9 al 11 de febrero pasados, una multitud de cristianos e hindúes se dirigieron al Santuario de Nuestra Señora de Gunadala para asistir a la primera misa de la fiesta celebrada en honor de María de Gunadala, en el sur de India.
Muchos hindúes se unieron a la procesión. Según la diócesis de Vijayawadan al este de India, solamente 60% de los participantes son cristianos. Para los hindúes, la Virgen María es una manifestación de Mahadevi “la gran diosa” y no son extranjeros a las expresiones de fe de los cristianos de India.
La estatua venerada por los indios hizo un largo viaje. Esculpida en Italia, instalada en 1925 por el Instituto Pontifical para las Misiones Extranjeras, se inscribe en la continuidad de los grandes santuarios marianos de Fátima o Lourdes. El recuerdo de la primera aparición de la Virgen María a Bernardita Soubirous, el 11 de febrero de 1858, es celebrada con gran pompa en Gunadala. Según un rumor persistente, no confirmado por la Iglesia, la Virgen María habría aparecido en la colina de Gunadala al mismo tiempo que se aparecía a Bernardita Soubirous.
Cada año 1.5 millones de peregrinos van a Gunadala a rezar a María.