3 noviembre – Italia: Sta. Virgen del Sufragio – Venezuela: N.S. de Coromoto

Una expresión de las más bellas de la espiritualidad del Concilio

El lugar de María en el misterio de la Iglesia es la consecuencia de su papel fundamental en el Misterio de Cristo, como Theotokos, Madre de Dios. Partiendo de las Sagradas Escrituras y de la gran Tradición de los Padres de la Iglesia y de los Santos, el Concilio (Vaticano II) ha traído a la luz la relación esencial entre María y la Iglesia.

El Venerable Pablo VI hizo hincapié sobre este punto en su gran discurso en el Concilio del 21 de noviembre de 1964, en el momento de la promulgación de la encíclica  Lumen Gentium, cuando solemnemente le dio a María el título de Madre de la Iglesia.

Diez años más tarde, en Marialis Cultus, el mismo Pablo VI introdujo una expresión de las más bellas de la espiritualidad del Concilio, afirmando que "el amor a la Iglesia se traducirá en amor a María, y viceversa: porque el uno no puede existir sin el otro "(n. 28). La relación entre María y la Iglesia es tan íntima que no es posible amar a María sin amar a la Iglesia, ni amar a la Iglesia sin amor a María.

P. François-Marie Léthel, ocd - Prêtre de la Province des carmes déchaux de Paris

Professeur à la Faculté théologique pontificale Teresianum à Rome

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