Entre 1664 y 1718, durante 54 años, la Virgen María se apareció a una pastora, llamada Benita Rencurel, cerca de un lugar de nombre 'Laus' (Altos Alpes, Francia). María le dijo a su mensajera: «Le pedí Laus a mi Hijo y él me lo acordó. Les pido que construyan una iglesia aquí, donde se convertirán muchos pecadores.»
A finales de septiembre de 1664, María se presenta a la pastora en un lugar llamado Pindreau (cerca de Laus) "Ve a Laus, ahí encontrarás una capilla de donde exhalarán olores agradables. Ahí me verás muy a menudo y muy a menudo hablaréis conmigo.” Es el envío en misión. Benita se marcha de prisa en busca del lugar. La Madre de Dios la estaba esperando en la pequeña aldea de Laus en la capilla llamada "Buen Encuentro". Ella le revela su plan: « Les pido que construyan una iglesia aquí, donde muchos pecadores se convertirán. »
María a través de la intercesión de Benita logra muchas gracias, como también curaciones físicas en Laus, en particular por medio de la unción del aceite de la lámpara del santuario. A partir de 1664, muchos testimonios de curación se registrarán cada año.