Une Minute avec Marie
Faire connaître et aimer Marie
Madre purísima, Tú nos llamas para decirnos: venid, mis hijas, que vuestros corazones sean vasos vacíos y mi Hijo verterá en ellos el sudor que cubre su cabeza, y las gotas de su frente de la noche de su Pasión se convertirán en perlas de consuelo. Madre dulcísima, concédeme, entonces, la gracia de recibir de ahora en adelante todas las pequeñas ocasiones de humillación y de sufrimiento, como pequeñas gotas destiladas de su preciosa cabellera.