En los Estados Unidos, los colegiales se consagran à María (I)

El 12 de diciembre de 2024, en la Escuela Católica San Fabián en Farmington Hills, Michigan, setenta estudiantes se arrodillaron ante una imagen de Nuestra Señora de Guadalupe en su día festivo, y se consagraron a Jesús a través de su Santa Madre.

Los estudiantes de quinto a octavo grado pasaron un mes preparándose para su consagración mariana usando el libro “33 Days to Morning Glory”  (33 días hacia la Gloria de la Mañana) del Padre Michael E. Gaitley, MIC. (Misioneros de la Inmaculada), rezando diez Rosarios al día y sacrificando su tiempo de recreación y la hora del almuerzo una vez por semana para discutir en grupos pequeños.

El acto de fe total de los estudiantes fue una iniciativa del padre Matthew Kurt, quien estaba a punto de renovar su propia consagración mariana en el día de la festividad de Nuestra Señora de Guadalupe, fecha que coincide con su cumpleaños.

El padre Kurt propuso la idea de esta consagración a la dirección del colegio. “Les dijimos a los niños: “sin hacer absolutamente ninguna presión; nadie está obligado a hacerlo, pero si quiere hacerlo, tendremos una reunión una vez a la semana durante el almuerzo y el recreo. “Nos reuniremos, discutiremos y reflexionaremos sobre la lectura de la semana, y tendrán preguntas en vistas a preparar una discusión”, explicó el director.

Kim Kerwin y el padre Kurt esperaban sólo unos diez participantes. ¡En cambio, se inscribieron 70 y llegaron hasta la consagración!

“Fue sorprendente ver cómo los niños, incluidos algunos que probablemente no harían ese esfuerzo, reaccionaron y dijeron: 'Sí, eso parece genial'. "Estoy dispuesto a renunciar al recreo para sentarme y hablar de María", dijo Kim.

Kim dividió a los estudiantes en pequeños grupos por clase y designó a un estudiante de cuarto grado como líder de cada grupo. Kim y el padre Kurt animaron a los estudiantes a confesarse para prepararse para su consagración. “Los frutos de la consagración ya eran evidentes antes del acto mismo”, dice Kim. Los estudiantes releyeron algunos pasajes en clase, mantuvieron el libro a mano en la escuela y consultaron regularmente su contenido.

"Escuchamos algunas conversaciones muy buenas entre los niños", dijo. “El libro no es muy complicado, pero algunos de ellos tienen 10 u 11 años y lo estaban rumiando, realmente digiriendo la bondad de la Santísima Madre, la belleza de la Inmaculada Concepción y cómo Ella es una mediadora que nos guía hacia Jesús. “Realmente los vi crecer en su fe”.

Gabriella Patti, 13 de diciembre de 2024

Adaptado de www.detroitcatholic.com