Une Minute avec Marie
Faire connaître et aimer Marie
En la Iglesia de Santa María en Danzig, Polonia, se venera una estatua de la Santísima Virgen con una conmovedora historia asociada a ella.
Se cuenta que un pobre artista, injustamente acusado y condenado a muerte, pidió a sus jueces un plazo de algunas semanas para cumplir una promesa que había hecho. Concedida esta gracia, se arrodilló en su calabozo, dirigió una fervorosa oración a la Virgen Consuelo de los Afligidos y luego comenzó a modelar con arcilla la imagen de aquella a quien con tan sincera fe invocaba en su angustia. Y su fe lo revivió y su piedad le dio una feliz inspiración.
Hizo una estatua de tan noble forma, dibujó la cabeza de su augusta Patrona con tanta suavidad, que los magistrados, invitados a venir a verla, quedaron asombrados por ella. "No —exclamó uno de ellos—, no es posible que el hombre en quien se manifiesta un sentimiento tan noble, haya cometido el crimen del que se le acusa. La ejecución debe suspenderse y el juicio revisarse”.
Una investigación posterior demostró efectivamente que el artista era inocente. Salió triunfante de prisión y colocó en la iglesia de Santa María la estatua de Aquella a quien debía su liberación.