"¡Por supuesto que fue un milagro!" Los testigos del gran incendio del Barrio san Miguel en Manila, Filipinas, el 16 de abril de 1854, estuvieron todos de acuerdo.
El arzobispo de Manila, Mons. Francisco G. Ortiz, encargó la investigación al padre Domingo Azorín, párroco del Barrio San Miguel, quien estudió minuciosamente los hechos para decidir si por un milagro se había salvado del incendio, la “visita” (ermita) hecha de hojas de palma (nipa) y bambú, en la que se encontraba la imagen de Nuestra Señora del Rosario con el Niño Jesús en brazos. ¿O la imagen fue salvada por los bomberos o los aldeanos? Lo cierto es que quedó completamente intacta, incluida la hierba que la rodea.
De hecho, los bomberos se apresuraron al puente Ayala para alcanzar el incendio, pero era demasiado intenso. Tuvieron que pasar por la calle San Sebastián, pero cuando llegaron allí el incendio ya había cesado.
Don Bonifacio José De Vera, vecino del barrio, dio su testimonio: «Como vecino de la comunidad donde se encuentra la ermita, presencié el terrible incendio, siendo mi casa una de las que se quemaron. Mi asombro fue aún mayor cuando, al acercarse el fuego a la ermita, se extinguió repentinamente, salvándola por completo; y lo que fue aún más sorprendente fue que la hierba que la rodeaba permaneció verde, despertando la admiración de todos. Nadie se esperaba esto. Esto no habría podido ocurrir sin la intervención de los bomberos».
"Mi casa, que se quemó, estaba a ocho metros del costado de la ermita de Nuestra Señora del Rosario, y vi que las llamas de mi casa y de las otras casas cercanas a la ermita estaban a punto de caer sobre el tejado de la capilla. Es admirable ver cómo la ermita se salvó del fuego, sin ninguna ayuda, porque cuando llegaron los bomberos, el fuego ya estaba extinguido", dijo doña Isabel Frías, una mestiza española.
Según ella: “Al día siguiente del incendio, quizá porque ya se había corrido la noticia, la gente se apresuró a dar limosna, colocar velas o arrancar hierba cerca de “la visita” para usarla como remedio”.
La fiesta de Nuestra Señora del Rosario se celebra durante nueve días, del 20 al 28 de abril.
Joan Orendain, 22 de abril de 2024