19 de abril – Sábado Santo - Italia: Nuestra Señora del Campo o Nuestra Señora de la Paz

« María toma la lanza en la que aun está la Sangre de su Hijo»

© Shutterstock/rudall30
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En este extracto de El Evangelio tal como me fue revelado, la Virgen María está encerrada en el Cenáculo con María Magdalena, el Sábado Santo, cuando el dueño de casa viene a anunciarle que Longino, el oficial romano que traspasó el corazón de Cristo con su lanza, desea verla:

“María Magdalena va a buscar a la Virgen: “Madre, Longino está afuera... Te quiere ofrecer la lanza”.

"Hazlo pasar." El dueño de casa, que está en el umbral, refunfuña: "Pero él es un pagano."

"Yo soy la Madre de todos, como Él es el Redentor de todos."

Longino entra, y en el umbral te saluda a la romana con un gesto del brazo (se ha quitado la capa) y luego vocalmente: «Ave, Domina. Un romano te saluda: Madre de la raza humana. La verdadera Madre. No habría querido estar en... en... en esto, pero recibí órdenes de estarlo. Sin embargo, si sirvo para darte lo que deseas, perdono al destino por haberme elegido para esta horrible cosa. Toma». Y le da la lanza, sin el asta, envuelta en una tela roja.

María la toma, poniéndose aún más pálida. Sus labios se desvanecen debido a su palidez. Parece que la lanza le está haciendo perder sangre. Toda ella se estremece y tiembla, mientras dice: "Que Él te guíe hacia Él, por tu bondad".

–Fue el único Hombre Justo que conocí en el vasto imperio de Roma. Lamento haberlo conocido solo por las palabras de mis compañeros. Ahora... ¡es demasiado tarde!

—No, hijo. Él ya terminó de evangelizar, pero su Evangelio permanece en su Iglesia.

¿Dónde está su Iglesia? Longino se muestra ligeramente irónico.

Ella está sacudida y dispersa, pero mañana se recompondrá como un árbol que recupera sus hojas después de la tormenta. Y aunque no quedara nadie, yo estoy aquí. Y el Evangelio de Jesucristo, Hijo de Dios y mío, está escrito íntegramente en mi corazón. Solo tengo que mirar mi corazón para poder repetirlo. "Vendré. Una religión que tiene como líder a un héroe así sólo puede ser divina”. ¡Salve, Señora! 

Y Longino se marcha.

María besa la lanza todavía con la Sangre de su Hijo... No quiere separarse de Su Sangre, «rubí de Dios en la lanza cruel», dice... »

María Valtorta*: Extracto del volumen 10 del El Evangelio tal como me fue revelado, § 614.6

*María Valtorta, (1897-1961) vidente y mística italiana, miembro de la Tercera Orden Católica de los Siervos de María y autora de escritos espirituales, incluidos los famosos 10 volúmenes de El Evangelio tal como me fue revelado.

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