Robert Fastiggi, profesor de Teología en el Seminario Mayor del Sagrado Corazón de Detroit (Estados Unidos) y ex presidente de la Sociedad Mariológica de América, responde aquí a la pregunta: ¿por qué los católicos prestan tanta atención a María?
Fastiggi: A santa Teresa de Calcuta se le atribuye una respuesta sencilla a esta pregunta: “Sin María no hay Jesús”. Esta respuesta va al corazón del asunto.
San Pablo escribe en la carta a los Gálatas que "cuando llegue la plenitud de los tiempos, Dios enviará a su Hijo, nacido de mujer, nacido bajo la ley" (Gal 4, 4). Esto significa que una mujer llamada María —la madre del Verbo de Dios encarnado— está en el centro mismo de la historia de la salvación.
Santo Tomás de Aquino enseña que Dios, en su omnipotencia, podría haber restaurado la naturaleza humana de diferentes maneras, pero que eligió redimirnos encarnándose en la Virgen María.
Si Dios eligió libremente redimirnos “naciendo de mujer”, se deduce necesariamente que esta mujer, María, está al centro de su plan de salvación. En su homilía del 24 de abril de 1970 en el santuario mariano de Nuestra Señora de Bonaria en Cagliari, Cerdeña (Italia), el papa san Pablo VI lo expresó magníficamente: “Si queremos ser cristianos, ¿debemos ser también marianos? Es decir, debemos reconocer el vínculo esencial, vital y providencial que une a la Virgen con Jesús y que abre el camino que nos conduce a Él».
Robert Fastiggi, 7 de mayo de 2024: extractos de www.catholicreview.org