27 de octubre – Cuba: Nuestra Señora de la Caridad

Sor Inés, vidente de Nuestra Señora de Akita, falleció el día de la Asunción de la Virgen

© CC BY-SA 4.0/SICDAMNOME
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En Japón, en Akita, sor Inés Sasagawa Katsuko, religiosa miembro del Instituto de las Siervas de la Sagrada Eucaristía, reconocida por sus visiones de la Virgen María, falleció este 15 de agosto de 2024, a la edad de 93 años, el día de la solemnidad de la Asunción.

Esto nos da oportunidad de repasar su vida marcada por tres apariciones marianas y mensajes pronunciados por la Santísima Virgen, reconocidos como auténticos por el Card. Ratzinger, entonces prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe (en 1988).

Inés Sasagawa Katsuko nació en 1931 en el seno de una familia budista. A los 19 años, una operación de apendicitis mal realizada la dejó paralítica, lo que la llevó a una serie de veinte cirugías. Fue a través del contacto con una enfermera que descubrió la fe católica y decidió bautizarse. Luego, al entrar en la vida religiosa, tomó el nombre de Inés.

El 12 de junio de 1973 vio unos rayos de luz que emanaban del sagrario de su convento, visión que se repitió durante dos días seguidos. El 28 de junio se le formó una herida en forma de cruz en la mano, que sangraba profusamente. Poco después los mensajes de Nuestra Señora de Akita comienzan a serle transmitidos. El 6 de julio de 1973, una voz que emanaba de una estatua de madera de la Virgen María le pidió “rezar en reparación por los pecados de los hombres”. La voz también le enseña una oración de consagración al Corazón de Jesús. El 3 de agosto de 1973, María entregó un mensaje “importante” a sor Inés, diciéndole: “Muchos hombres en este mundo afligen al Señor. Deseo almas que lo consuelen para apaciguar la ira del Padre Celestial”.

El 13 de octubre de 1973, con motivo del 60 aniversario del milagro del sol de Fátima, la Virgen advirtió: “Si los hombres no se arrepienten y mejoran, el Padre infligirá un castigo terrible a toda la humanidad”, añadiendo que las únicas armas que quedarían para los supervivientes serían el Rosario y la Señal dejada por su Hijo.

A partir de entonces comenzaron una serie de manifestaciones sobrenaturales, algunas de las cuales fueron filmadas por la televisión japonesa: sueños premonitorios, ataques del demonio, diversas alteraciones de la estatua de la Santísima Virgen de Akita. Lloró 101 veces desde el 4 de enero de 1975 hasta el 15 de septiembre de 1981.

En 1984, el obispo John Shojiro Ito reconoció el carácter sobrenatural de los acontecimientos relacionados con la estatua de María y autorizó la veneración de Nuestra Señora de Akita en su diócesis. El santuario mariano Redemptoris Mater, terminado en 2002 en Akita, atrae a unos 7000 peregrinos cada año.

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