El Año Jubilar para celebrar el milenio de la cripta que se encuentra en la catedral de Chartres, en Eure-et-Loir (Francia), fue inaugurado el 8 de septiembre de 2024, aniversario de la Natividad de la Virgen María. La inauguración estuvo presidida por Monseñor Philippe Christory, obispo de Chartres.
Un “faro sobre el océano de trigo”, decía Charles Péguy, refiriéndose a la catedral de Chartres. El escritor francés, junto con cientos de miles de personas, fue un peregrino de este lugar mariano que domina la llanura de Beauce. Está allí, con los brazos extendidos hacia el cielo, con sus agujas visibles a kilómetros de distancia y celebrando el milenio de la catedral inferior o cripta de Fulberto.
La elección del 8 de septiembre de 2024, festividad de la Natividad de María, por parte de Mons. Christory, se refiere a que la catedral alberga una reliquia mariana desde el año 876. En esa época, de hecho, Carlos el Calvo, rey de los francos, se enfrentaba a las oleadas normandas en el Reino y para proteger la ciudad envió como estandarte el velo de la Virgen María, que había sido ofrecido a su abuelo Carlomagno.
Así nacerá esta devoción. Convertida en ciudad santuario, la catedral de Chartres tuvo que ser reconstruida total o parcialmente en varias ocasiones: 858, 1194, 1836. En 1020 quedó completamente destruida. El obispo Fulberto decidió entonces reconstruirla. Hoy queda la famosa cripta, la que celebra su milenio. Para Mons. Philippe Christory, el lanzamiento de este jubileo reafirma el vínculo entre pasado y presente, entre patrimonio y tradición espiritual, colocando a Chartres en el mapa como lugar de oración y de encuentro con Dios.
Durante el jubileo, se invita a los peregrinos a atravesar la cripta antes de poder atravesar una puerta jubilar. Esta es una de las condiciones para obtener la indulgencia plenaria. Es necesario también completar el camino jubilar, confesarse, comulgar y orar por las intenciones del Santo Padre. “Tenemos el permiso de Roma —explica Mons. Christory— para que los fieles reciban la indulgencia plenaria. Eso nos permite pedirla para una persona fallecida, lo cual es muy valioso porque todos queremos que nuestros difuntos vean el rostro de Dios y disfruten de esa gloriosa eternidad".
Numerosos eventos y procesiones se organizarán a lo largo de este Año Jubilar. Se trata de una oportunidad para rendir homenaje a una tradición ininterrumpida desde hace 1000 años y que no puede sino reforzar la presencia espiritual de este "faro" mariano en el corazón de Beauce.
Adaptado de Camille Meyer