Las apariciones de Garabandal* aún no están reconocidas oficialmente por la Iglesia, la cual, sin embargo, tampoco las ha condenado. Incluso un gran santo se pronunció en varias ocasiones a favor de la autenticidad de estas apariciones: ¡el Padre Pío!
Este hecho merece un poco de atención, sobre todo desde que el Padre Pío fue canonizado. A continuación, algunos extractos de una entrevista realizada a Conchita, una de las videntes, el 9 de febrero de 1975, relativa a los contactos que tuvo con el Padre Pío a propósito de las apariciones de Garabandal.
Unos españoles que visitaron San Giovanni Rotondo, Italia, preguntaron al Padre Pío si creía en la autenticidad de las apariciones de Garabandal y el sacerdote capuchino respondió con su habitual tono severo: "¿Lo preguntan de nuevo?¿Cuántas apariciones necesitan después de ocho meses que se ha estado apareciendo?».
El 3 de marzo de 1962, Conchita recibió una carta escrita en italiano a máquina, sin firma, sin la dirección del remitente en el sobre, solo con un sello de cancelación borroso e ilegible. La carta comenzaba así: “Queridos hijitos de Garabandal, esta mañana la Santísima Virgen me habló de vuestras apariciones”. Y la carta termina con estas palabras: “Solo os doy un consejo: orad y haced orar a los demás, porque el mundo va a la perdición. No les creen y no creen en sus conversaciones con la Dama Blanca; lo creerán cuando sea demasiado tarde».
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*Las apariciones marianas de Garabandal tuvieron lugar en San Sebastián de Garabandal, Cantabria (España), de 1961 a 1965.